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domingo, 12 de junio de 2011

El realismo crítico de David Mamet




Un clásico de Mamet en edición del Teatro Español en versión de Veronese.

Manuel F. Vieites


No estamos ante el texto de David Mamet, que en su día fue publicado por Ediciones Cátedra, en edición de Catalina Buezo. Estamos ante el libro del espectáculo que contiene la versión realizada por Daniel Veronese del texto de Mamet, para servir de sustento básico al espectáculo que aquél dirige en el Teatro Español de Madrid en la temporada 2009/2010. En consecuencia, el libro contiene no sólo la versión del texto fuente sino otros documentos interesantes, entre los que se incluyen notas breves sobre el proceso de ensayos, Adriana Roffi; el espacio escénico, Andrea D’Odorico; el vestuario, Ana Rodrigo, o la iluminación, Paco Ariza; se complementan con la nota igualmente breve del propio Veronese, titulada “Un dardo lanzado en la oscuridad”. Pregunten a Soros…, por el dardo.

También contiene dos ensayos de mayor calado, que abren el volumen. El primero, “Mesías y renegado, Mamet en el panorama teatral norteamericano”, está firmado por Fermín Cabal, quien se encarga de situar al autor en su contexto y explicar los rasgos más relevantes de su carrera en el teatro y en el cine, también en el ámbito de la literatura dramática, que no es lo mismo que el del teatro. En un estilo ameno y muy divulgativo, Cabal sitúa al autor frente a su obra y ante los diversos ámbitos en los que se ha movido, para terminar su revisión histórica con un apartado muy sugerente, que titula “¿Se apaga la estrella de Mamet?”; y es que en ningún momento sucumbe a la pulsión laudatoria y apuesta más bien por una visión crítica, a veces un tanto irónica, lo cual es de agradecer. Esa dimensión polémica recorre todo el ensayo, sobre todo a la hora de analizar las diferentes tendencias que operan en el teatro norteamericano de los sesenta y setenta.


El segundo, “El alimento de los tiburones”, lo debemos a Gloria Villalba, y nos ofrece una síntesis de las estrategias con las que operan los mercados y sus agentes, sobre todo en el ámbito de la especulación. Una visión muy acertada y completa en torno al momento en que Mamet escribe y presenta su texto, que no es tan diferente del momento actual, pues tal vez el actual sea consecuencia de desvaríos anteriores. Un trabajo muy notable, que no sólo ilumina los comportamientos de los personajes de Mamet, sino que ilustra perfectamente lo que ha sido en España la fiebre del ladrillo o la fiebre del duro a tres pesetas que tantas personas padecieron y todavía padecen. Y sus consecuencias. Todo ese humo que todavía nos ahoga y que amenaza con quedarse para siempre.

Al existir una versión integra del texto original, estos libros tienen un valor especial, sobre todo para considerar los procesos de creación escénica, en los que interviene eso que denominamos dramaturgia y que implica, por utilizar un símil culinario, algo así como preparar un bacalao a partir de la diversidad de opciones que la sabiduría popular nos ha legado o preparar un arroz sabiendo todo lo que un buen arroz nos permite. En cualquier caso, la dramaturgia sabe que lo importante es el bacalao, o el arroz, si bien hay propuestas en restauración en las que lo de menos es el arroz o el bacalao; se trata de eso que se llama cocina creativa, bien similar a la dramaturgia creativa. Y del mismo modo que uno puede pagar un fajo de euros por tomarse un bacalao deconstruido (acompañado de frases imposibles que hacen desaparecer al bacalao), también es probable tener que soportar un Hamlet sin príncipe de Dinamarca. No es este al caso, felizmente. Veronese opera desde la síntesis pero retiene todas las esencias del texto de Mamet, sobre todo la deuda que el autor norteamericano tiene con Harold Pinter, por tantos motivos, y uno de ellos tal vez sea el guión de La mujer del teniente francés, que el dramaturgo británico escribe a partir de una novela homónima de John Robert Fowles, autor una novela realmente fascinante, la titulada El Mago. Recordamos la edición de Glengarry Glen Ross se dedica a Harold Pinter, precisamente.


Hay antecedentes varios para este texto magnífico de Mamet, y entre ellos la conocida obra de Arthur Miller, Muerte de un viajante. Sólo que en esta ocasión asistimos al momento posterior al fin del sueño, al instante del amargo despertar. Es decir, al momento en que, acabado el sueño, los seres humanos han de seguir viviendo, y vivir en los Estados Unidos de América es competir sin descanso. Y entonces es cuando asoma con fuerza brutal esa deriva individualista con la que se ha construido la cultura y el ideal norteamericano. Por eso la vida en la inmobiliaria se convierte en una lucha a muerte por la supervivencia. Una premonición aterradora de nuestro presente. Y es que al final todo se contagia, sobre todo aquello que más denigra nuestra condición de seres racionales. Excelente trabajo de edición, por cierto. Enhorabuena a los responsables.

VV. AA.: Glengarry Glen Ross, de David MametMadrid: Teatro Español, 2010, 270 páginas.

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